Helene Kafka nació el 1º de mayo de 1894 en Brünn, sexta hija del matrimonio de Antonio y María Kafka, una humilde familia austríaca que por motivos económicos había emigrado a Checoslovaquia y luego regresado a Viena donde fija definitivamente su residencia.
Helene solo puede realizar estudios primarios y luego comienza a trabajar para ayudar al sostenimiento de su familia, en uno de esos trabajos en el Hospital conoce a las Hermanas Franciscanas de la Caridad Cristiana, que le ofrecen la posibilidad de estudiar para desempeñarse como Enfermera, pero Helene decide ir más allá e ingresa a la Congregación para ser parte de ella. En el año 1914 comienza el Noviciado, donde como signo del inicio de una nueva vida cambia el nombre por el de Sor María Restituta, en 1916 hace su Primera Profesión y el 1923 la Profesión Perpetua.
Inmediatamente después de sus Primeros Votos comienza a desempeñarse como enfermera, y en el año 1919 inicia su trabajo en el Hospital Municipal de Mödling, que será su lugar de trabajo por muchos años, allí era Jefa de Enfermeras y encargada en el sector de Cirugía mientras estas se realizaban y después a los enfermos en las salas. Le preocupaba el bienestar de los enfermos íntegramente, su comodidad dentro del Hospital como pacientes, y también su salud espiritual como cristianos, por esto luchaba siempre recurriendo a quien fuera necesario para conseguirlo, y no dejo de hacerlo aún cuando Austria fue invadida por los nazi, y el nuevo Régimen prohibió cualquier tipo de actividad religiosa dentro de los recintos públicos. Continuó buscando al Sacerdote cuando un enfermo lo solicitaba, colocando Crucifijos en las salas, difundiendo prensa católica para ayudar al crecimiento de la fe. aunque todo esto estaba expresamente prohibido. Esto fue lo que dio pie a la Gestapo para detenerla y acusarla de “traición a la patria y peligrosa para el pueblo”, en un juicio turbio en que la condenan a muerte sin que hubieran realmente pruebas en su contra, por eso se llega a la conclusión de que con ella se buscada dar un mensaje al resto de las Religiosas y a la Iglesia Austríaca, de permanecer en silencio ante los atropellos que los nazi cometían o correrían la misma suerte.
Sor María Restituta es condenada a muerte el 29 de octubre de 1942 y llevada a la prisión donde su agonía dura cinco meses, después de lo cual es guillotinada el 30 de marzo de 1943.
En 1988 por iniciativa de la Madre General de las Franciscanas de la Caridad Cristiana se solicita la apertura del Proceso de Beatificación como Proceso de Martirio en Roma. se prevee la Beatificación de Sor María Restituta para el 21 de junio de 1998 en el marco de la Visita Papal a Austria.
Junto al gozo de su Familia Religiosa queremos hacer extensivo su ejemplo de vida, su amor a los Enfermos y a la Verdad por sobre todas las cosas, aún a costa de la propia vida.
Que por su intercesión los agentes de salud tengan siempre disponibilidad para la atención plena a los enfermos.
