De la Diócesis de San Justo salimos en dos micros, (120) pero en total éramos con los demás que llegaron algunos antes otros justos para el día de la jornada 160 peregrinos. Por lo tanto para movilizarnos tuvimos que dividirnos en grupos más pequeños. (4, 6 o 10 personas) y así poder ir a los lugares de actividad que nos interesaban o acordaba el grupo.
Lo que más se destaca es la amabilidad, alegría y apertura de la gente. Es una ciudad pobre pero de profunda fe, y muy centrada en las personas. Por otro lado es una ciudad muy linda: el corcovado con el Cristo que es imponente, las playas impresionantes, las vistas, un puente de 14km que cruza de Rio a Niteroi donde nos estábamos hospedando nosotros, una historia muy interesante y mucha cultura.(Música, museos, pinturas, bailes, etc.)
La JMJ ha sido realmente muy buena. Finalmente todos los eventos fueron en la playa de Copacabana mucha lluvia durante toda la semana menos para la noche de la vigilia y la misa de la clausura. El marco imponente: el mar que donde terminaba en vez de verse la playa se veía un mar de gente!
Gente a lo largo y ancho de toda la playa y avenida, no entraba un alfiler más. Se estimaba 3 millones de personas en la misa final.
Las catequesis que fueron guiadas y acompañadas; el primer día por el obispo de chile que reflexiono sobre el tema no se dejen robar la esperanza, el segundo día guio la reflexión un sacerdote guatemalteco; y el tercer día un cardenal de España sobre el lema de la JMJ.
Nosotras el día del encuentro del Papa con los Argentinos no pudimos entrar a la Catedral, solo una chica del grupo nuestro pudo estar allí porque como es discapacitada pudo entrar y el papa le regalo un rosario y la bendijo. Los que pudieron entrar fueron los que pasaron la noche haciendo la fila bajo la lluvia para poder entrar
Hicimos cola para todo la ir al baño, para viajar, caminamos y caminamos y caminamosssss, y en el caminar nos encontrábamos con conocidos o nos hacíamos conocidos de habla hispano o no pero creo que todos de alguna forma nos hacíamos entender y ni la lluvia ni el frio no apagaba el entusiasmo y la alegría para seguir cantando ya sea en el subte, ferry, cole.
Era claro que los jóvenes que vinimos como peregrinos realmente vivimos así, en todos los sentidos porque tuvimos que peregrinar hasta con las valijas para todos los lados porque aunque no se dijo ni se va decir hay y hubo varias cosas que estuvo mal organizado o que puede proveer y se les fue de las manos, por ejemplo los robos, casi el 50% de los peregrinos fueron robados en algo.
De hecho pocos saben el esfuerzo que hicieron los jóvenes siendo que en general les toco viajar cada día dos o tres horas para llegar a Copacabana. De hecho muchos durmieron en la playa el sábado porque no Valía la pena volver a sus casas por la noche para regresar de nuevo por la mañana
Las confesiones también fue otro espacio de testimonio y preferencial, la feria vocacional fue un lugar muy visitado y elegido también por los jóvenes, y varios con inquietudes.
Nosotras las mujeres que nos hospedamos en la escuela ADS creo que fuimos afortunadas porque fuimos las únicas que teníamos agua caliente para bañarnos porque la mayoría no tenía y tenía que bañarse con agua fría. Y además los que nos hospedaron el último día nos despidieron con una comida típica de ellos freichuada.
En el viaje de regreso unos cuantos volvimos medio enfermos fruto del frio y de la lluvia de la semana.
Hablamos y estábamos bastante mal pero decíamos que valió la pena que lo haría de nuevo…y esta vez el viaje fue más rápido. Estamos MUY FELIZ, es un sueño realizado nos quedan mil cosas por compartir que irán saliendo damos Gracias a Dios, y a todas las personas que hicieron posible que podamos participar en la JMJ.
Marina y Hna. Leo