Hermanos y
hermanas:
Somos
testigos de la Resurrección Jesucristo en nuestra vida y en la de nuestro
Pueblo Argentino. Frente al fallo de la
Corte Suprema de la Nación de aplicar el beneficio del 2x1 a un condenado por
delito de lesa humanidad, nos sentimos convocados a “salir,
a prisa, al encuentro de la vida que clama”. Lamentamos que órganos
estatales como la Corte Suprema de Justicia en vez de hacer cumplir una
sentencia condenatoria en el marco de un grave delito de lesa humanidad, lo que
hace es generar un nuevo marco de insatisfacción e incumplimiento de los
derechos de las víctimas y sus familias.
Nuestro país ha
pasado por muchas luces y sombras, sufrimientos y esperanzas en su lucha por lograr
que se respeten los Derechos Humanos para posibilitar cambios hacia la
construcción de una sociedad más justa y fraterna en defensa de la vida y la
dignidad del pueblo. En nuestro corazón vuelven a resonar las palabras de nuestro profeta,
Monseñor Jaime de Nevares, obispo de Neuquén: “…La justicia, garantía de seguridad para la Nación, ha sido burlada. La
igualdad ante la ley ha sido quebrada. La memoria de millares de torturados más
allá de todas resistencia humana, de asesinados a mansalva, ha sido pisoteada. La
arbitrariedad ha sido entronizada. La recta conciencia ha sido atacada. La
desconfianza hacia las instituciones republicanas invadirá a todos los ámbitos.
Las dudas respecto de la vigencia de la Democracia han crecido. El escepticismo
y el desaliento han recibido un enorme aporte. La imagen de nuestro país en el
extranjero ha recibido un golpe. El honor militar ha sido pisoteado. La imagen
de las Fuerzas Armadas se ha deteriorado más aún. La sociedad argentina se
resiste a convivir con los autores de los más grandes crímenes de la historia,
de los que no han pedido perdón porque no están arrepentidos. El espíritu de
venganza ha sido fomentado. A la violencia le han dado argumento (…)¿Y a esto
lo quieren llamar reconciliación? ”
Nos sabemos provocadas/os y movilizadas/os por la urgencia de hacernos próximas y próximos, con ternura y misericordia, a las víctimas de la dictadura militar y sus familias, como expresión de una Vida Consagrada en salida al encuentro de la vida que clama en todas las fronteras de la justicia y de la solidaridad.
Somos
testigos de muchos religiosos/as y muchos otros más, que derramaron su sangre
por querer crear un país más justo y solidario. Sentimos que dar nuestra
palabra es lo que se merecen todas las
víctimas y de manera particular los religiosos y religiosas exiliados,
secuestrados, torturados y asesinados, a quienes también representamos.
Nos
sentimos en profunda comunión con el mensaje de la comunidad de la manzana
Santa Cruz, a cargo de los Misioneros Pasionistas: ”En fidelidad
al apasionado Jesús de Nazaret que nos convoca a la construcción de la
fraternidad, sostenemos con convicción que la voluntad de perdón es un acto que
por su naturaleza y esencia es personal y libre, por esta razón es lo mas ajeno
al mundo de lo corporativo, de lo impersonal y de lo masivo. El perdón no puede
ser decretado ni impuesto por ninguna institución”
Las
heridas no terminan de cicatrizarse y volvemos a decir “Nunca
Más”. Con justicia y con
misericordia podemos ir gestando y pariendo un país más fraterno.
Hoy que celebramos
a nuestra Virgen de Lujan, patrona de
nuestro pueblo Argentino. Madre, vos te quedaste para cuidar la vida de éste tu
pueblo; te pedimos que sepamos estar para prolongarnos también
en estos cuidados tuyos; que como hijos/as salgamos al encuentro con gestos de
visitación, comprometidos/as especialmente ahí, donde la vida clama.
Junta Directiva Nacional
CONFAR
8
de mayo de 2017