A partir de las experiencias misioneras
realizadas durante el año pasado en el mes de enero desde una
invitación fraternal a los hermanos/as de la Orden Franciscana en sus diferentes Provincias, a las
religiosas, laicos y laicas a PARTICIPAR activamente en una experiencia misionera en la Amazonia tomando contacto con la
realidad amazónica local. De todo lo bello, profundo y
místico vivido allí es que aposte nuevamente y pedí a las hermanas responsables de la provincia volver a participar de la misma que se realizara en el.mismo
lugar que el 2016 en la Parroquia de
Nuestra Señora de la Merced municipio de Caballococha, Vicariato Apostólico de
San José del Amazonas, Región Loreto, Perú.
La ciudad de Caballococha está ubicado en una
laguna o “cocha” (donde viene su nombre) en la orilla derecha del Rio Amazonas,
y cuenta con unos 20.000 habitantes. Es la mayor ciudad del Vicariato y es la
capital de la Provincia de Ramón Castilla. Esta distante de Iquitos (capital de
la Región de Loreto) a unas ocho horas en bote o embarcación rápida y de
treinta a cuarenta horas en lancha convencional. De igual manera, estamos
ubicados a dos horas de la triple frontera (Perú, Colombia y Brasil) en bote o
embarcación rápida y a unas seis horas en lancha. Es importante anotar que se
cuenta con estos transportes todos los días de la semana.
Por ser zona de frontera y capital de
Provincia, Caballococha cuenta con todos los organismos públicos del país. Es
bien notoria la ausencia del Estado peruano con sus políticas públicas a que
tienen derecho los habitantes de esta región. Como consecuencia, esta es una
selva desprotegida, marginalizada y empobrecida sumándole a esto una economía
informal de subsistencia con el agravante del flagelo del narcotráfico y de la
ilegalidad. La ciudad tiene en las veinticuatro horas buen servicio de energía
eléctrica, un comercio básico, comunicación telefónica y servicio muy regular
de internet.
La Parroquia Nuestra Señora de la Merced
cuenta con una fraternidad de religiosas (Hermanas Franciscanas del Señor
Crucificado) de origen mexicano y desde junio del presente año con dos frailes
franciscanos del Proyecto de la Amazonia. Destacamos, que un sacerdote
canadiense diocesano vinculado a los frailes, estuvo como misionero en esta
región por más de treinta años hasta su muerte ocurrida en agosto del año 2003.
Después han pasado varios sacerdotes por aquí por poco tiempo, siendo la mayor
parte atendida por clérigos visitantes para presidir los sacramentos. Las
hermanas Franciscanas han asumido la animación pastoral. La iglesia central
tiene diez centros de catequesis infantil en los barrios de la ciudad y una
atención a cuarenta pueblos o “caseríos” ribereños. La mayor parte de ellos
tienen un animador cristiano que es el ministro de la comunidad. Varios pueblos
han sido tomados por Iglesias Evangélicas y se destaca la presencia de los
“israelitas” (un movimiento mesiánico fundamentalista que sigue la ley de
Moisés y que miran la Amazonia como la tierra prometida). En este sentido, son
muchos los desafíos que tenemos como Iglesia Católica.
Quiero compartir con
ustedes hermanas para que acompañen con la oración. Varios que fueron en año
pasado vuelven este año, así que es una alegría también el reencuentro con
ellos/as. Si tengo internet les escribire como vamos andando. Hna. Leo
