
En el marco del 2015, Año dedicado a la Vida Consagrada, el día 2 de febrero
tiene un significado particular.
El Papa Francisco en su Carta Apostólica a todos los consagrados ha señalado, para este año en particular, cinco expectativas que la Iglesia espera de la Vida Consagrada:
1. Que transparente alegría y la belleza de vivir el Evangelio.
2. Que sea profética para despertar el mundo.
3. Que fomente la espiritualidad de comunión.
4. Que evangelice con celo misionero las periferias humanas.
5. Que escuche lo que Dios y la humanidad le piden hoy.