Poder participar de estos días fue para mí un regalo luego de mi prolongada estadía en Austria y al mismo tiempo, una invitación a la apertura en el diálogo sobre una nueva visión de nuestras cosas y de nuestro mundo actual desde y en la Fe.
Si nos preguntáramos en este nuevo milenio de América Latina, qué tiempo es éste que vivimos, de esperanza o desesperanza, probablemente caigamos en la incertidumbre, seguramente podríamos reconocer, que nos hace falta algo de pasión por la Esperanza y, que ni en la Iglesia ni en la vida consagrada respiramos un aire que precisamente podría calificarse como reconfortante y vivificante. Tal vez necesitamos un “pulmón artificial”, que posibilite obtener nuevamente un ritmo Cristo-céntrico de respiración.
El curso fue muy movilizante e interesante, pero es ésto suficiente para tranquilizarnos? Creo que no, la Iglesia – y yo parte de ella- es completamente consciente de la problemática actual. Naturalmente la presente crisis no conforma nada nuevo en la historia de la vida consagrada. Lo cierto es que en los próximos diez o quince años seremos testigos de grandes cambios a todo nivel, es decir un fenómeno global. Temas como la tecnología, medios de comunicación, movilidad de los distintos pueblos y la mezcla de culturas, todo ello para ser iluminado a la luz de la Fe, representan desafíos que no debemos perder de vista.
El equipo acompañante del CEFYT estuvo integrado por el P. Alonso Sánchez cmf, el Hno. Fernando Kuhn cmf y el Dr. Eugenio Rubiolo. Ellos supieron transmitir su conocimiento, pero por sobre todo “la erudición de la vida, de la experiencia personal con el Señor”.
Las comunidades de vida (equipos de trabajo) estaban integradas por los 25 integrantes del curso. Día a día fuimos reflexionando juntos sobre los siguientes puntos:
. Las huellas del Concilio Vaticano II en nuestra formación religiosa
. Ensayos y aciertos de la VR en América Latina
. Una Antropología actual – El impacto de las nuevas tecnologías – La construcción de las subjetividades
. La experiencia fundante: la llamada vocacional y sus transformaciones en el tiempo.
. Prospectiva a futuro
Para finalizar deseo expresar dos ideas:
. considerando todo lo reflexionado en estos días, no puede dejar de remitirme a la la situación de la VR en Europa, la que también importa, pues como Congregación provenimos de ella, puede caerse en la tentación de “leer la crisis en este ámbito” como participación a la Cruz de Cristo, una radical participación en su kénosis. El uso de la kenosis y de la Cruz para tratar de explicar la disminución de la VR y hasta del cristianismo, me suena a entrar en una honda y tendencia nihilistas de un laicismo moderno. De hecho sabemos, que el Misterio del Abajamiento está encadenado esencialmente al Misterio del Amor, y justamente sabemos, que ese Misterio del Abajamiento de Cristo frente a la humanidad, no le impide vivir su identidad y su misión aún en tiempos difíciles.
. Luego de la semana de reflexión, me parece que el camino es vivir la vida como Vocación y aprender que los acontecimientos de la vida diaria, son parte de nuestra Vocación., o dicho de otra forma, la trama de relaciones y situaciones a través de las cuales Dios nos alcanza para sacarnos de nosotros mismos y desafiarnos hacia lo verdadero, lo bueno, lo bello de nuestra libertad. La vida como Vocación nos enseña a vivir cada día no como “dioses” sino como “signos de Dios”. Son hechos, encuentros que otorgan un rostro a nuestra vocación y no una espiritualidad abstracta. La vocación es un acontecimiento que transforma nuestra vida y no una cosa privada.
Haciendo mías palabras del Papa Benedicto XVI, les deseo y me deseo que cada día podamos redescubrir que no existe Libertad más grande que el seguir a Cristo. No hay belleza más plena, que el conocerlo a Él y regalar a los demás su Amistad. (Benedicto XVI, 24 de abril 2005)
Die Teilnahme an diesen Tagen war für mich ein Geschenk nach einem längeren Aufenthalt in Österreich, und gleichzeitig eine Einladung zum Dialog über eine neue Vision unserer Gedanken und Ideen in unserer heutigen Welt und unserem Glauben.
Wenn wir uns in diesem neuen Jahrtausend in Lateinamerika fragen, wie lange wir in Hoffnung oder Verzweiflung leben, werden wir wahrscheinlich in Unsicherheit fallen und erkennen, dass wir Leidenschaft und Hoffnung benötigen, dass wir weder in der Kirche noch im geweihten Leben Luft atmen die erfrischend und belebend ist. Vielleicht brauchen wir eine künstliche Lunge, die es uns ermöglicht, wieder eine „Christus-zentrierte Atmung“ zu bekommen.
Der Kurs war sehr motivierend und interessant, aber ist das genug, uns zu beruhigen? Ich glaube nicht, die Kirche - und ich bin Teil von ihr – ist bewusst von der aktuellen Probleme. Natürlich ist die Krise in der Geschichte des geweihten Lebens nichts Neues. Es ist wahr, dass in den nächsten zehn oder fünfzehn Jahren große Veränderungen auf allen Ebenen stattfinden werden – das ist ein globales Phänomen.
Themen wie Technologie, Medien, die Mobilität der verschiedenen Völker und Mischungen der Kulturen, alle im Licht des Glaubens beleuchtet, repräsentieren die Herausforderung, die wir nicht den Augen verlieren dürfen.
Ein Team (CEFYT) begleitete diese Tage: P. Alonso Sanchez cmf, Bruder Fernando Kuhn und Dr. Eugenio Rubiolo cmf. Sie konnten es nicht nur, ihr Wissen zu vermitteln, sondern vor allem "Die Gelehrtheit des Lebens, der persönlichen Erfahrungen mit dem Herrn."
Arbeitsgemeinschaften (Teams) von 25 Mitgliedern des Kurses wurden gebildet. Tag für Tag reflektierten wir gemeinsam über folgende Punkte:
Spuren des Zweiten Vatikanischen Konzils in unserer Ordenslebensformation
Versuchen und Erfolge des Ordenslebens in Lateinamerika
Eine aktuelle Anthropologie, die Auswirkungen der neuen Technologien, der Aufau der Sujektivitäten
Die grundlegende Erfahrung: die Berufung und ihre Transformationen im Laufe der Zeit.
Schließlich möchte ich zwei Gedanken zum Ausdruck bringen:
Bei allen Reflexionen dieser Tage konnte ich nicht umhin, die Lage des Ordenslebens in Europa zu bedenken, da unsere Ordensgemeinschaft europäische Wurzel hat. Man kann in die Versuchung kommen um die Krise in diesem Bereich als Teilnahme am Kreuz Christi lesen, d.h. eine radikale Anteilnahme an seiner Selbstentäuerußung (Kenosis).
o Die Versuchung, durch das Leben von Entäußerung und Kreuz, den Rückgang des Ordenslebens und sogar des Christentums zu erklären, klingt für mich wie in eine tiefe, nihilistische Tendenz des modernen Säkularismus. In der Tat wissen wir, dass das Geheimnis der Selbstentäußung angekettet an das Geheimes der Liebe ist und das Geheimnis von Christi Erniedrigung gegenüber die Menschheit ihn nicht davon abhält seine Identität und seine Sendung auch in schwierigen Zeiten zu leben.
o Nach einer Woche des Nachdenkens, meine ich, unsere Weg ist: das Leben als Berufung zu leben und zu lernen, dass die Ereignisse des täglichen Lebens Bestandteil unserer Berufung sind. Oder anders gesagt, das Netz der Beziehungen und Situationen, durch die Gott uns erreicht um uns in die Wahrheit, das Gute und die Schöne unserer Freiheit zu führen. Das Leben als Berufene lehrt uns, jeden Tag nicht als "Götter", sondern als "Zeichen Gottes" zu leben.
Das sind Tatsachen, Ereignisse, die unserer Berufung ein Gesicht geben, und nicht eine abstrakte Spiritualität. Die Berufung ist ein Ereignis, dass unser Leben verwandelt und keine Privatsache ist.
Mit den Worten von Papst Benedikt XVI, wünsche ich, dass wir jeden Tag neu entdecken, dass es keine größere Freiheit gibt, als Christus nachzufolgen. Es gibt keine umfangendere Schönheit, als IHN zu kennen und anderen seine Freundschaft zu schenken (Benedicto XVI, 24.April 2005)
Hna. Clotilde