Nuestros santos protectores

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sábado, 12 de septiembre de 2009

Despues de 80 años en Hellmonsödt

Fiesta de Agradecimiento como motivo del 80 Aniversario del Jardín de Infantes en Hellmonsödt.
Despedida de las Hermanas y de su gran Apostolado Pedagógico y Parroquial
6 de septiembre del 2009

Muchos miembros de la Comunidad Parroquial recordaron con gusto su paso por el Jardín de Infantes, estando agradecidos por el lindo tiempo y por las valiosas y graciosas vivencias junto a las Hermanas.
Se agradeció a las Hermanas por su ser y hacer con una Misa y a su finalización con un almuerzo compartido en los salones parroquiales.

Incontables semillas de amor, de fe, de confianza plantadas por las Hermnas en el Jardín de Infantes y en la tarea parroquial, son cosechadas hoy en día.
Las Hermanas hicieron vida la Oración de San Francisco: “no ser consolado como consolar; no ser tanto amado como amar...”.
En nombre del Consejo Parroquial la Sra. Maria Mittermüller expresó su “que Dios las recompnese” y cariño por los frutos del hacer de las Hermanas, especialmente las Hnas. Angelika y Bartholomäa.
Muchas palabras y regalos fueron la muestra de agradecimiento y reconocimiento en este día de despedida tan emotivo. No faltaron tampoco las palabras dirigidas por la Superiora General de la Congregación Hna. M. Hilda Daurer: gracias a las Hermanas y gracias a los Bienhechores!.
Se hizo también mención a la permanente ayuda al Hogar de Niños en Guatraché, el que fuera inaugurado por la Hna. M. Theofrida, quien dejara Hellmonsödt para radicarse en la Región Argentina-Paraguay.
La Hna. M. Clara estuvo presente representando a Guatraché, agradeciendo de manera especial la asistencia de los parroquianos de Hellmonsödt.
La conducción del Jardín de Infantes es asumida por CARITAS, deseándoles bendiciones para la nueva tareas y que sigan manteniendo el espíritu del amor cristiano.

Cada niño es como una flor
la que necesita mucho calor, luz,
mucha confianza y tiempo
para poder florecer.
Nosotros, adultos somos como el jardinero,
cuidamos los pimpollos hasta que alcanzen su desarrollo.
Qué hermosa tarea, que nos ha transmitido el Creador!